Los saqueos en Córdoba merecen las siguientes reflexiones:
No fueron iguales a los del cordobazo o a los de los años 1987 o 2001, la sociedad y las crisis son distintas.
Se trató de un preaviso que acusa graves problemas que anidan en nuestra sociedad y que nadie atiende.
La superficialidad del debate político, como se vio en la campaña electoral, impide atender y solucionar de raíz los graves problemas que nos afectan.
Ellos son: estas nuevas formas de violencia, la anomia legal e institucional, la falta de calidad educativa, la pérdida de la cultura del trabajo, la pobreza, la inflación, la inequitativa distribución de la riqueza, la corrupción, la inseguridad, las drogas, etc.; y reclaman cambios profundos.
Alarma la falta de reacción demostrada por los gobiernos provincial y nacional, y que los reclamos sectoriales (como el de la Policía) y las dispulas políticas, hayan prevalecido sobre la seguridad ciudadana.
Gratifica observar que muchos ciudadanos y la brigada policial ETER hicieran una contribución importante que evitó males mayores.
La intervención del Comité Interreligioso por la Paz fue decisiva para levantar la huelga policial.
Todo esto nos obliga, a ciudadanos y a dirigentes, a asumir y participar en serio para contribuir a erradicar estos males y cerrar las “grietas” que impiden la sana convivencia.
Córdoba, diciembre de 2013.